Taza-Gigante-de-Cafe

Volvemos. Hemos dejado que pasara la convocatoria electoral para que ninguna mentalidad de esas calenturientas que hay por el entorno de San Juan de Dios nos acusara de su pérdida de votos. Hemos querido dejar de lado esas herramientas tan utilizadas de atacar al enemigo en momentos tan cruciales como son unas elecciones. No somos estrategas  simplemente queremos que en Cádiz no dejen de saberse todas las verdades que de una u otra manera se esconden o se tapan por miedo a perder ese beneplácito que han otorgado los ciudadanos.

Antes que nada, volvemos por Navidad con la clara intención de que nuestros concejales sean conscientes de que ya han pasado seis meses de las municipales, del pacto, del empujoncito del PSOE para que Kichi fuera alcalde. Ya es hora de que Ganemos Cádiz diga esta boca es mía, ya es hora de que los populares se hagan notar, que para algo son el grupo de oposición con mayor presencia y ya es hora de que Fran y su equipo muestren las cartas y se dejen de jugar al Tetrix.

Esta legislatura debería ser la excusa para enseñar los dientes y poder contar las verdades del barquero. Por eso hemos querido retomar nuestro camino coincidiendo con el desayuno navideño para los periodistas de Cádiz. Y qué a gusto se estaba allí mientras por otro lado hablamos de la emergencia social que hay en Cádiz y en todo nuestro país. Señores de Podemos, seguís usando las mismas técnicas que queríais eliminar. Invitáis a la prensa a desayunar porque es Navidad, y yo me pregunto quién le da de desayunar a todos esos que tan mal lo están pasando, quiénes les llevan ese café o esos roscos, quién les llena el vaso de zumo. Hacéis lo mismo que hacen esos de la casta: dais de comer a quienes os pueden poner o quitar del sillón. La política de contención del gasto, que habéis querido poner en práctica con las ONGs, deberíais haberla ejercido con este desayuno que no sirve para nada, para pelotear al redactor y reírle la gracia al fotógrafo o al cámara, para poco más.

Y mientras tanto, hemos tenido ahí unas asociaciones que han sufrido después de ver que no les llegaban las subvenciones, que se hablaba de un cambio de procedimiento y que no se sabía a partir de cuándo iban a poder tener la ayuda a su disposición. Unas asociaciones que han temido por el pago de las nóminas de sus trabajadores, por la imposibilidad de poder ofrecer sus servicios a los usuarios y que no recibieron ni una palabra de aliento por parte del equipo de Gobierno, sino una carta meramente administrativa donde le decían que cuidadín que las ayudas quedaban postergadas hasta nueva orden.

El día 16 mandan una cartita que ni de los Reyes Magos, porque en ella anunciaban la “denuncia del convenio de colaboración suscrito” con cada una de las asociaciones, quedando a expensas de la elaboración de un nuevo pliego. Una tramitación que conllevaría, como mínimo, seis o siete meses, antes de que pasara por Pleno o por Junta de Gobierno para su aprobación. Y ahora la pregunta es, ¿qué pasaba entonces con todos los que reciben los servicios de cada asociación?, ¿y con sus trabajadores? Y temiendo que se les echaran encima las asociaciones, no les quedó otra que intentar rectificar casi una semana después vía email y con una propuesta llevada a Pleno por parte de los grupos de la oposición. Un mail que no da visos de que esas ayudas vayan a ser recibidas por las asociaciones y que encima indica que sólo se mantendrían algunos de los convenios. En fin, que no sólo le dieron café, sino que se lo dieron en taza doble. Y así han llegado a las navidades.

Por eso me resulta cuanto menos curioso que el equipo de Gobierno haya optado por pagar el catering para la prensa, porque eso sí que es un gasto sin sentido, tanto como se os llena la boca diciendo que estáis ahorrando lo que antes no ahorró el PP y todo para acabar con la deuda. Una deuda que aún no tiene clara el ciudadano de a pie, con esa rotación de cifras y esos bailes a contrapié que os habéis marcado estas semanas.

Y lo mejor de todo, mientras costeáis desayunos a los periodistas, y habláis de emergencia social, salen a la luz lo que cobran alguno de vuestros asesores y su pareja a través de la Diputación. 90.000 euros al año. De vergüenza, si es que de verdad, como decís vosotros estamos en una ciudad con emergencia social.

Mucha verborrea, mucha transparencia, pero al final sois igualitos a los que tenéis como oposición. En el momento en el que os dan la oportunidad, no dudáis en convertiros en una caja registradora e ir sumando euros.